Julieta Aranda
salas 7 y 8
Coordenadas claras para nuestra confusión
Esta exposición propone revisar la producción de Julieta Aranda de las últimas décadas desde la perspectiva de su colaboración con el tiempo, entendido no sólo como un objeto de investigación sino como un interlocutor autónomo y activo. Combinando varias disciplinas y medios en esculturas sistémicas, Aranda navega los diferentes campos de nuestra interacción con el tiempo personal, biológico, científico, geopolítico, económico, filosófico, literario, etc., para reconocer los eventos poéticos en los que éste escapa al milenario esfuerzo de la máquina antropológica occidental por domesticarlo y convertirlo en una herramienta de dominación planetaria.
La obra de Aranda se ocupa de las implicaciones de definirnos como seres con tiempo en distintas escalas y planos. Como no hay reloj o calendario que funcione para todos los seres vivos, este tiempo es siempre subjetivo. Esta conversación inició con You Had No 9th of May!, obra en la que la artista explora la arbitrariedad de la línea internacional del tiempo y la decisión del archipiélago Kiribati de alterarla para revertir la división de su territorio en dos temporalidades. Con su proyecto Time Bank, en colaboración con Anton Vidokle, trasladó su investigación al reino de nuestros intercambios económicos y la posibilidad de infiltrarlo con un tráfico regido por el goce. Sus piezas más recientes incorporan las escalas tanto microbiológicas como del universo: desde la escapología, que impulsa nuestra exploración del espacio, hasta la búsqueda de la partícula universal, y lo que podemos aprender de nuestros cohabitantes terrestres no humanos.
El animal que se aburre y da a luz al tiempo, el animal que interioriza la muerte, el ser ontológicamente narrativo… quizás Burroughs se equivocó y el virus que nos ha infectado no es el lenguaje sino el tiempo, con todas las deudas que implica incorporarlo. Independientemente de si este virus es de ingeniería humana, Aranda nos recuerda que “montar y escapar de una trampa implementa una misma lógica”.
En términos energéticos, más allá de nuestros delirios y fantasías temporales y las operaciones políticas que los sostienen, todos los seres vivos somos entes en flujo que toman prestado orden del universo y que lo regresan como desorden. ¿No sería mejor entonces aprender a habitar la contradición y la confusión? Las conversaciones de Aranda con el Tiempo ofrecen una serie de coordenadas para entrenarnos hacia ese fin.
Artista: Julieta Aranda (Ciudad de México, 1975)
Curaduría: Alejandra Labastida
Producción nacional de artes visuales realizada con el estímulo fiscal del artículo 190 de la LISR (EFIARTES).