Nuestra participación explora las relaciones entre el lugar, el conocimiento y el ser. Basándonos en el trabajo de académicos indígenas de Norteamérica y el Pacífico, hablaremos sobre el desarrollo de un método que llamamos “estudios de parentesco”, que invita a establecer relaciones profundas, expansivas, materiales y respetuosas entre las personas y las tierras. Nos enfocaremos en cómo el acto de escuchar y sintonizar con los entornos puede ayudarnos a atender la dislocación y abstracción que a menudo caracterizan a los trabajos que abordan el ecocidio y la violencia ecosistémica.