Un territorio de vitalidad desbordante vivifica igualmente sus imágenes. Las experiencias de artistas que crean desde el Amazonas peruano o colombiano, o en territorios cercanos a sus márgenes, nos obligan a reconfigurar nociones sobre las funciones mismas de lo representativo: ¿qué papel juegan las obras de arte en entornos con múltiples agencias, en donde cada entidad —animal, vegetal o mineral— parece estar provista de una perspectiva particular; en un territorio donde la presencia del mundo occidental, con una lógica que incluye sus propios códigos visuales, amenaza constantemente los modos de vida, en muchos casos milenarios? En las batallas políticas del Amazonas, ¿qué papel desempeñan las experiencias de los artistas? ¿Cómo pueden sus imágenes reivindicarse como nuevos agentes activos?
Artista, educadora e ilustradora, heredera de las expresiones artísticas de la comunidad de Sarhua (Ayacucho, Perú). Especialista en el empleo de pintura tradicional con tierras de colores naturales y plumas de ave. Cuenta con más de veinte años de experiencia en el pintado de las tablas de Sarhua y en la experimentación con diversos soportes, como murales, madera, textiles, escultura, etc. La diversidad de temáticas que aborda en sus trabajos incluye las costumbres del pueblo de Sarhua, la migración, el erotismo, el feminismo, la valorización de la mujer sarhuina en la sociedad y su rol activo en las artes visuales contemporáneas. En los últimos años se ha dedicado a la promoción y transmisión de saberes tradicionales de Sarhua, en diversos talleres y exposiciones desarrollados en instituciones públicas y privadas dentro y fuera de Perú. Asimismo, ha sido finalista y ganadora en diversos concursos de arte contemporáneo.
El rol de las mujeres en las tablas de Sarhua
Hija de Primitivo Evanán y Valeriana Vivanco, pioneros difusores de las tablas de Sarhua, Venuca Evanán es una artista autodidacta. Dibuja y pinta sobre diversos soportes las cosas cotidianas de la vida de las mujeres. Su arte lo plasma en las tablas de Sarhua, arte ayacuchano declarado Patrimonio Cultural de la Nación en Perú, en 2018.Este arte era tradicionalmente elaborado por los varones dentro de la comunidad; sin embargo, con el proceso de migración durante la década de los setenta, llegó a Lima y fue aprendido y practicado por las hijas e hijos de los sarhuinos residentes de esta ciudad. Venuca aprendió este arte junto a sus padres, por ende, es considerada una de las primeras mujeres en romper el esquema patriarcal de la elaboración de las tablas de Sarhua. No solo eso, también aborda temas nunca antes pintados, como el erotismo, las identidades LGBT, las denuncias de género y la vida cotidiana desde la agencia femenina de las mujeres migrantes.Como parte de su interés por difundir el arte sarhuino, Venuca promueve y gestiona talleres donde enseña la elaboración de las tablas de Sarhua, dentro y fuera de su país. Sus propuestas le han permitido ser finalista y ganadora de diversos concursos de arte contemporáneo nacionales e internacionales.
De la nación Uitoto, del clan de la Garza Blanca. Artista visual, escritor, curador y activista por los derechos y el respeto de las cosmologías amazónicas. Desde 2003 expone individual y colectivamente sus obras en galerías de arte y museos de Latinoamérica, Norteamérica, Europa y Asia. Sus últimas exhibiciones se presentaron en el Instituto Cervantes de Pekín y en la VIII Bienal Internacional de Arte de Beijing, China. Ha publicado diversos artículos de su autoría en revistas académicas y diarios como El Comercio. Fue ganador del Concurso Nacional de Literatura Infantil y Juvenil Carlota Carvallo de Núñez, del IX Concurso Nacional de Pintura del Banco Central de Reserva del Perú y de la II Bienal Intercontinental de Arte Indígena. Es autor de los libros El sueño de Buinaima, Fidoma y el bosque de estrellas, Las aves y sus colores y El verano y la lluvia.
Arte Indígena contemporáneo
El territorio para el indígena va más allá del sitio físico o geográfico. Se trata, sobre todo, de un mundo inmaterial, mágico y espiritual; de un espacio invisible en el que se libran diversas luchas, se marcan resistencias y se construyen apuestas hacia el futuro. En ese espacio, por ejemplo, el curandero y el brujo luchan entre sí: uno para sanar y el otro para hacer daño, pero también el indígena lucha contra otras fuerzas que amenazan su continuidad cultural y su existencia. Fuerzas como el Estado y sus leyes que desconocen los derechos ancestrales de las comunidades amazónicas; las empresas extractivas que vulneran los ecosistemas, o quienes expolian los recursos de la selva, como las mafias madereras y el narcotráfico.En ese territorio simbólico, de mitos y resistencia, se mueve también el arte indígena contemporáneo: un arte que se desmarca del arte amazónico tradicional, pues, aunque comparte con este el origen y el espacio geográfico, tiene particularidades, estéticas y propósitos diferentes. El arte indígena contemporáneo se nutre a sí mismo a partir de los conocimientos de sus ancestros, en un diálogo con el tiempo presente; de esta manera, busca generar conceptos y provocar cuestionamientos.
Artista contemporáneo, mambeólogo e investigador. Nacido en la cuna del pueblo Murui Muina, en La Chorrera del Amazonas, y perteneciente al clan de la Garza Blanca Eimen+. La pintura como arte en su vida nace en la ceremonia y los rituales que heredaron sus abuelos en el mambeadero, al escuchar los consejos de los ancianos transmitidos a través de la conexión con las plantas sagradas. Esta conexión con sus raíces originarias la expresa en cada uno de sus trabajos: “mambear antes de tocar algo” es pedir permiso para que las cosas salgan bien, en ese proceso busca los colores, diseños, figuras y visiones para plasmarlos como obras únicas.
En 2003 se matriculó en un internado cristiano, donde aprendió español como segunda lengua, así como otras disciplinas de la educación occidental. Actualmente lidera el proyecto Canasto de la Abundancia, junto con su compañera Leo Fiagama (Ey+ago).
La resistencia de Ananeko a través de los tiempos: pintando desde el mambeadero
La casa de vida (Ananeko) contiene las fuerzas para cuidar el mundo. Sus cuatro pilares son las fuerzas para direccionar el pensamiento del hombre, es donde se realizan las ceremonias y rituales más importantes y donde tiene lugar el mambeadero.Mambeando se escriben y tejen los diálogos que se comparten y que luego son llevados a la práctica, allí están presentes la madre Koka y el Tabaco, medicinas que ayudan a encontrar el equilibrio y mantener las raíces. A pesar de que muchos de los pueblos fueron sometidos al exterminio cultural y espiritual, el espíritu de la madre Koka se mantiene vivo junto a quienes lo cuidan y les otorga conocimientos para aprender y desaprender.Pintar desde el mambeadero es reconocer nuestro origen, saber quiénes somos y de dónde venimos, es cuidar la palabra, mantener viva la lengua materna, cuestionarnos y abrazar nuestra identidad.El mambeadero es la base de nuestra educación y conocimiento, pero la colonización mental nos ha alejado de él. Es momento de direccionar nuestro pensamiento desde la casa de vida, de repensar, reflexionar y plantear nuestra manera de ver las cuatro direcciones.Reconectar con Ananeko desde las artes es reconciliarnos con ella desde el pensamiento y abrir caminos para recuperar lo que hemos dejado atrás.
Nacido en Pucaurquillo, localidad situada en el Amazonas peruano, es un pintor y escultor autodidacta, líder de los pueblos Uitoto y Bora, del río Ampiyacú. Su familia es sobreviviente del genocidio cauchero, ocurrido en el Amazonas a inicios del siglo XX. Su vida ha estado dedicada al desarrollo del arte y de la narración como formas de expresión. Entre sus muestras más destacadas, se encuentran Aimen+, presentada en el Museo Amazónico, en Iquitos (2010); El clan de la Garza Blanca, en el Centro Cultural El Olivar, en San Isidro, Lima, (2018), y El lugar de los espíritus, en el Instituto Nacional Peruano Norteamericano (IPNA), en Iquitos (2019), realizadas con la artista Nereyda López.