Guion de Gases lacrimógenos en Plaza de la Dignidad
Forensic Architecture


Desde octubre de 2019, la Plaza de la Dignidad en Santiago de Chile se convirtió en el centro de las protestas a nivel nacional.

Agrupaciones estudiantiles, sindicatos, grupos de disidencias sexuales y feministas, y comunidades indígenas se encontraron aquí para protestar en contra de las políticas neoliberales que llevan décadas produciendo desigualdades económicas y sociales.

El 20 de diciembre de 2019 fue uno de los días de protestas más intensas.

Para desactivar a lxs manifestantes, las fuerzas de seguridad chilenas han usado una cantidad de gas lacrimógeno sin precedentes, en un área relativamente pequeña, en contra de personas que protestan pacíficamente y desarmadas, afectando también a las cientos de personas que residen en este lugar.

La organización chilena No+Lacrimógenas le pidió a Forensic Architecture que trabajaran juntxs para construir una línea de tiempo de la represión policial de las protestas ese día, investigar la magnitud del uso de gas lacrimógeno y evaluar sus efectos en la salud de manifestantes, residentes y en el medio ambiente.

La batalla por la toma de la plaza fue documentada íntegramente por una cámara instalada en un edificio cercano.

Primero, reconstruimos el cono de visión de la cámara y confirmamos la secuencia temporal usando sombras.

A las 5:40 p.m., la policía usa carros lanza agua en contra de lxs manifestantes que se aproximan a la plaza.

Notamos la primera nube de gas lacrimógeno a las 5:50 p.m.

Marcamos la dimensión de la nube con un cuadrado y la ubicación aproximada del cartucho
con una pequeña cruz, y añadimos este evento a nuestra línea de tiempo.

La descarga de cada cartucho dura aproximadamente 25 segundos.

Desarrollamos un método automático de análisis de video para identificar la ubicación de los cartuchos descargados y así ofrecer un conteo fidedigno.

A medida que pasa el tiempo, el uso de gas lacrimógeno aumenta.

A las 7:12 p.m., mientras lxs manifestantes continúan en su intento de llegar al centro de la
simbólica plaza, ya se han usado 186 cartuchos.

Después de mover las barricadas, lxs manifestantes llevan su bandera hasta el centro de la plaza.

En menos de 15 minutos, un vehículo blindado da una vuelta alrededor de la plaza, descargando un chorro continuo de gas lacrimógeno.

Un segundo vehículo lo sigue, pero la protesta persiste.

A las 7:37 p.m., un manifestante que cruzaba la calle fue atropellado por los dos vehículos
blindados que se movían rápidamente entre la multitud.

La protesta escala aún más.

Veinte minutos más tarde, lxs manifestantes se toman todo el espacio de la plaza y sus alrededores, interrumpiendo el tráfico.

Mientras la plaza atrae a lxs manifestantes hacia su centro, proveyendo un espacio temporal para la ocupación de lo común, la nube de los agentes del estado intoxica el aire para lograr una dispersión centrífuga.

Desde las 8:30 p.m. en adelante, la policía aumenta aún más el uso de gas lacrimógeno. Nuestro sistema identificó al menos 82 cartuchos de gas usados en un espacio de 10 minutos.

Con las ubicaciones de los 594 cartuchos de gas lacrimógeno mapeadas en el modelo, podemos medir los niveles de toxicidad en el aire y en el suelo.

Aunque la nube de la descarga es visible por sólo 20 segundos, los químicos tóxicos se dispersan de manera invisible por el aire por mucho más tiempo.

Colaborando con el especialista en dinámica de fluidos, Dr. Salvador Navarro-Martinez, simulamos el movimiento aéreo de toxinas, tomando en cuenta la temperatura, el viento y la
humedad.

El Manual de operaciones para el control del orden público de carabineros de Chile dice que la exposición al gas lacrimógeno, o CS, debe limitarse a 0.4 miligramos por metro cúbico y que las concentraciones que sobrepasan los 2 miligramos constituyen un grave peligro.

Este diagrama muestra que este límite fue sobrepasado en un punto de muestreo por una
duración total de 185 segundos.

Entre las 8:30 y las 8:40 p.m., la concentración de gas lacrimógeno en la plaza llegó a niveles de toxicidad de 40 veces el límite permitido, poniendo en riesgo la vida de lxs manifestantes.

La concentración de partículas tóxicas de CS aquí excede el límite de riesgos irreversibles para la salud y está cerca del límite letal especificado en el manual.

El viento lleva las partículas del suroeste al noreste a través de la plaza. Los edificios adyacentes generan turbulencias irregulares que acarrean las toxinas flotantes hacia el resto del vecindario, poniendo en riesgo a cientos de residentes.

Esta combinación entre investigación visual de fuentes abiertas y simulación dinámica de fluidos es la primera en medir la concentración de CS en el aire y en el suelo, estableciendo un punto de referencia metodológico.

Esta investigación demuestra que las partículas CS se esparcieron más allá del perímetro de la plaza hacia el Mapocho, el río que riega los campos en las afueras de la zona sur de Santiago.

Aunque las cuarentenas relacionadas con el coronavirus suprimieron temporalmente las protestas en Santiago, desde octubre de 2020, lxs civiles han vuelto a las calles, enfrentando la mismas tácticas represivas de la policía.

Este mes, la Comisión Chilena de Derechos Humanos hizo una denuncia en contra de las unidades de Control de Orden Público de Carabineros por el uso ilegal de armas químicas en contra de los manifestantes en la plaza entre octubre y diciembre de 2020. Esta denuncia evidencia infecciones químicas y dermatitis.

Los resultados de nuestra investigación apoyan y corroboran esta denuncia y exigen la  prohibición absoluta del gas lacrimógeno como arma química.