El condón
Armando Cristeto
Desde mediados de los años setenta, el concepto de identidad gay —acuñado en Estados Unidos en 1969 por motivo de una razia en la cantina Stonewall, Nueva York— se extendió a México con la creación de las primeras asociaciones militantes de derechos civiles de homosexuales y lesbianas a través del Frente de Liberación Homosexual en 1974 y de la organización de la primera Marcha del Orgullo Gay en 1978 en el Monumento a la Revolución.
La película El lugar sin límites (1977) de Arturo Ripstein —en que el actor Roberto Cobo interpreta a “La Lola”, un travesti inolvidable que se solidariza con sus colegas prostitutas en contra de los machos— y la publicación de la novela El vampiro de la colonia Roma (1979) de Luis Zapata —que se convirtió de un día para otro en un best seller— rompieron el cerco de silencio en torno a las sexualidades alternativas. Ese proceso de abandonar el clóset y participar en la militancia pública culminaría con las luchas en torno a la epidemia del sida a mediados de los años ochenta.
En esta cronología, la serie fotográfica El condón de Armando Cristeto es auténticamente precursora, ya que antecede a la higienización moderna sobre el cuerpo en su relación con el VIH. El homoerotismo recargado de cierto artificio técnico revela el tipo de operación que continuaría a lo largo de esta década en torno a la necesidad de articular al otro sexual con el otro cultural.
Armando Cristeto
El condón
1978-1979
Plata sobre gelatina
20.5 × 11 cm