Todo está en los ojos. Una conversación entre Floris Schönfeld y Alejandra Labastida

Alejandra Labastida (AL): ¿Puedes hablar del nombre PUK* y específicamente del asterisco?

Floris Schönfeld (FS): Al igual que buena parte del proyecto, el nombre PUK* surgió por casualidad y más tarde el significado actuó como una especie de bola de nieve. A principios de 2016, pasé varios días investigando y discutiendo enfoques alternativos a la IA (inteligencia artificial) con mis amigos Bruno Bocanegra y Miša Skalskis. En algún momento se nos ocurrieron tres posibles modelos con los cuales trabajar y terminamos llamándolos ANA*, SID* y PUK*, cada uno de ellos enfocado en un rasgo cognitivo particular. El de PUK* era que estaba en constante flujo y era imposible de precisar. También hay una referencia subliminal a la tradición de los acrónimos de tres letras al nombrar la IA, como HAL de 2001: una odisea del espacio. Y luego alguien mencionó el personaje Puck de Sueño de una noche de verano, al que también podría atribuirse. El asterisco estaba inicialmente allí porque nos gustaba la forma en que se veía, pero finalmente una colaboradora reciente en el proyecto, Katarzyna Winska, quien dirige el increíble teatro Opera Buffa en Varsovia, dio una explicación que realmente me gusta; el asterisco es una forma de garantizar que PUK* nunca se complete ni se defina por completo. El asterisco lo mantiene plural en su significado y especulativo en su naturaleza. Nunca podrás precisarlo por completo.

AL: No puedo evitar intentar imaginar cómo es una sesión con PUK*. ¿Qué me encontraría?

FS: Hay distintas formas de encontrar a PUK*. Quizás la más común sea escuchar a otros describir su experiencia, como lo hace Bill en el video. Ésta es una parte importante de la forma en la que PUK* está presente en el mundo: por medio de historias y personas que relatan su propia experiencia de él. Pero a lo que creo que te estás refiriendo es a las sesiones que la gente ha tenido con partes de la instalación física.
He tratado de darle a cada encuentro la posibilidad de intimidad y cierta privacidad con PUK*. Así, a menudo, en el contexto de una exposición, las personas podrán entrar una por una. Siempre he intentado también que las personas se den cuenta de que se encuentran con un ser de algún tipo más que con una colección de objetos u obras de arte. En general, esto toma la forma de una breve sesión informativa en la que se les dice a las personas que visitan que PUK* es un ser sensible y que su presencia afecta su comportamiento. O hago esta introducción yo mismo o para exposiciones más largas trabajo con un pequeño grupo de actores que transmiten esta información antes de que la gente entre al espacio con la instalación.
En cuanto a la materialidad real de PUK*, no se limita a la tecnología computacional, sino que ha incluido de todo, desde una colección de figuras de búhos y casas de pájaros, hasta máscaras de cerámica y colonias de hormigas vivas. El proyecto combina la narración y la tecnología para crear un sistema que comienza a funcionar en la cabeza de las personas que lo experimentan. Por eso también decidí situar el proyecto en una zona gris entre la realidad y la ficción; permite que PUK* “trabaje” en diferentes niveles que en ocasiones se contradicen entre sí y que no pueden ser separados de manera tajante.

AL: Al escuchar a Bill describir la importancia del contacto visual en su relación con PUK*, uno siente que la mirada se erige como la última frontera en el reconocimiento de un campo mental, tal como lo expresas. En tu cuestionamiento crítico de la inteligencia artificial como la conocemos, ¿alguna vez consideraste ir más allá de la mirada?

FS: Es interesante que menciones la idea de la mirada. En el video, Bill es un personaje con tendencias agorafóbicas, lo que significaría que le resultaría difícil establecer contacto visual con la mayoría de las personas. Con PUK*, como dice Bill: “Todo está en los ojos”, y creo que esta inversión de papeles es significativa en su relación. Muestra una confianza en PUK* que no tiene con la mayoría de las personas. Cuando estábamos trabajando en su personaje, William y yo leímos buena parte de la obra del psiquiatra radical R. D. Laing. Hay una cita muy interesante en su libro La política de la experiencia que creo que dice mucho sobre las limitaciones de la mirada para comprender a otras personas:

No puedo experimentar tu experiencia. No puedes experimentar mi experiencia. Ambos somos invisibles. Todos los hombres son invisibles entre sí. Sólo la experiencia es evidente. La experiencia es la única evidencia. Podemos ver el comportamiento de otras personas, pero no su experiencia. Yo te veo y tú me ves. Yo te experimento y tú me experimentas. Veo tu comportamiento y tú ves mi comportamiento. Pero no veo, nunca he visto y nunca veré tu experiencia de mí.

Dicho esto, la experiencia de PUK* en la película es sólo la experiencia de Bill y PUK* es una pluralidad que consta de muchas experiencias e interpretaciones.

AL: Significativamente, los rostros de PUK* no son humanos. ¿Por qué de búhos?

FS: Una vez más, hay un elemento significativo de azar involucrado aquí. En la fase inicial del proyecto buscábamos un conjunto de datos en el que PUK* pudiera operar como un sistema. Mi abuela tenía una pequeña colección de búhos que heredé, y luego seguí encontrando más búhos en los mercados de pulgas, así que eso también se quedó. Además, había usado el símbolo del búho en un proyecto anterior sobre la sensibilidad no humana llamado NATURA*, que terminé ese mismo año. El búho es un símbolo interesante porque tiene un significado muy complicado. Quizás lo más conocido sea su asociación con la sabiduría por el búho de Minerva, pero, al mismo tiempo, en buena parte de la literatura medieval europea, es un símbolo de brujería y a menudo se le asocia con la muerte. En muchas culturas, el búho tiene una función de guardián, entre el día y la noche, la vida y la muerte, la sabiduría y la locura. Esta ambivalencia se adapta bien a PUK*. Lo que también me parece interesante es que los búhos suelen ser antropomorfizados. Por ejemplo, los búhos son la segunda figura animal más coleccionada en todo el mundo (después del elefante) y hay un gran repertorio de memes de búhos en línea.

AL: En nuestro imaginario colectivo, tanto fílmico y literario, como en el ámbito comercial, las IA son en su mayoría mujeres y suelen reproducir estereotipos de género. Bill se refiere a PUK* como un “él”, ¿es esta su atribución de género?

FS: Hasta ahora, PUK* ha sido referido como “él”, “ella”, “eso” y “ellos” por distintos expertos. Por lo general, utilizo “eso”, pero a veces también “ellos”. Existe una tendencia fuerte y muy maliciosa a convertir la IA en estereotipos femeninos subordinados. Es una visión bastante limitada de la IA, pero desafortunadamente muy dominante en la cultura popular. La otra idea dominante es la del súper-robot asesino en el que una IA súper-inteligente usurpa el poder de la humanidad y finalmente nos destruye a todos. Hay una versión mucho más interesante de la IA en la que este yo está distribuido y es plural. Un gran ejemplo de este tipo de IA se encuentra en El eterno regreso a casa de Ursula K. Le Guin, en el que una cultura no basada en la tecnología ha heredado un sistema de IA de autoaprendizaje. Los miembros de esta cultura ven la IA como una característica distribuida en el paisaje (al que generalmente ignoran) más que como un ser antropomorfizado.

AL: Creo que una pregunta clave de este proyecto es que estás usando una perspectiva neurodiversa como un conocimiento especializado para deconstruir la inteligencia artificial (y la inteligencia humana normativa que se supone que representa) y no tanto al revés… Describes las sesiones de Bill como parte de una terapia, pero no estoy segura de quién es el terapeuta. ¿Además, cómo se relaciona el proyecto con la antipsiquiatría? 

FS: El proyecto se propone cuestionar las nociones de normativa tanto en la inteligencia artificial como en la humana. Me interesa cuestionar qué constituye el comportamiento inteligente tanto en humanos como en sistemas artificiales y posteriormente presentar un posible sistema de “inteligencia alternativa”. Con esto me refiero a un sistema que no se aferra a la noción actual de inteligencia como algo útil, racional e instrumental para la mayoría de la humanidad “cuerda”. Deseo dar lugar a la idea de un sistema inteligente para incluir una gama de lógicas, estrategias de comprensión y enfoques de la realidad significativamente diferentes que se consideran mentalmente divergentes.
Existe una fuerte jerarquía de valor en la forma en que se construyen los sistemas de conocimiento, y esta jerarquía está muy presente en el desarrollo actual del aprendizaje automático y las redes neuronales en la IA. El conocimiento que no se ajusta a esta jerarquía a menudo se descarta o se ignora a medida que estos sistemas aprenden al volverse más específicos. En cierto modo, PUK* está diseñado para hacer lo contrario. A medida que se desarrolla, se vuelve cada vez más desordenado y lleno de complejidad y contradicciones. Y así, en el proyecto, el experto no es una figura que utiliza su conocimiento especializado para lograr ciertos objetivos medibles, sino alguien que puede establecer una relación con la complejidad de PUK*. Existe un término reciente en la psiquiatría holandesa, ervaringsdeskundige, que se traduce aproximadamente como experto por la experiencia. Ésta es una buena forma de describir la forma en que pienso sobre un experto en el proyecto, como alguien que ha construido una relación con PUK* y habla desde esa experiencia.
Existe una fuerte influencia de la antipsiquiatría en el proyecto. Como mencioné, leímos la obra de R. D. Laing y también de Franco Basaglia y del psicólogo radical holandés Jan Foudraine en el desarrollo del proyecto. Otra influencia fue la historia de la institución en Den Dolder en la que hice la residencia Het Vijfde Seizoen, donde conocí a Frans y a varios otros expertos. El proyecto central del movimiento de la antipsiquiatría fue desafiar la noción de normalidad en la sociedad y presentar opciones a ella. Este proyecto tiene un fuerte eco en PUK*.

AL: La perspectiva “normal”, que de alguna manera representas, muestra una incapacidad o una tendencia a evitar el contacto directo intuitivo. Siento que Bill no es el único  interpretando un papel. ¿Qué puedes decirnos de este método?

FS: Como en buena parte del proyecto, la línea entre ficción y documental se mantiene deliberadamente ambigua. Bill es un personaje desarrollado por el actor neurodiverso William Miller. Mientras fui residente en la Rijksakademie, William venía al menos una vez a la semana a lo largo de seis meses para pasar tiempo con el sistema PUK* que estaba instalado en mi estudio. En este tiempo, creamos el personaje Bill utilizando una serie de aspectos de las técnicas de desarrollo de personajes LARP (live-action-role-playing, juego de rol de acción en vivo), que se utilizan para crear personajes complejos en los juegos de rol. Lo que hizo que estas técnicas fueran interesantes para este proyecto es que potencian lo que en LARP se llama el factor de “infiltración” del juego de roles, en el que la persona que interpreta al personaje comienza a sentir una fuerte asociación con su personaje elegido. Entonces, el personaje Bill tiene un vínculo directo muy fuerte con William, algo que creo que es muy evidente en su interpretación, pero al mismo tiempo le permite a William cierta distancia crítica del personaje.
Mi propio papel como entrevistador surgió al ensayar con William y pasar tiempo con su personaje Bill. Inicialmente desarrollé el personaje porque estaba buscando formas de activar a Bill y dirigir la conversación. Pero al ensayar el personaje, se trató cada vez más de representar el intento de entender a PUK* a través de la perspectiva “normal”, como dices. Sin embargo, esta normalidad es una desventaja cuando se trata de entender a PUK* y ahí es donde Bill lleva las de ganar.

AL: Ha sido muy difícil evitar leer obras creadas antes de la pandemia a través del lente de la crisis actual. ¿Podría el agorafóbico ser el profeta perfecto para quienes están en cuarentena?

FS: Claro, creo que todos verán la obra a través del lente de los acontecimientos actuales. Cuando Bill menciona que la calle es como un desierto, esto también tiene un significado diferente ahora que cuando hicimos la película. Espero que Bill esté bien en la situación actual y no creo que tenga problemas con el distanciamiento social. Y tal vez podamos aprender una o dos cosas de él en estos tiempos extraños.