Su virtuoso realismo, los acercamientos y encuadres, enfrentan al espectador con una muerte cruda y violenta, en la que el individuo es reducido a un objeto olvidado. Su obra, testimonio del estado de permanente violencia en México, asume el morbo como estrategia para mostrar cómo la privación de la vida es un despojo de la intimidad.


MARTHA PACHECO (1957)
Sin ningún pudor, 1996
Carbón sobre papel
Adquisición, 1999