Ben Vautier
Salas 1, 2 y 3
La muerte no existe
Con una ingente producción, Ben Vautier genera una obra desinhibida, poderosa y total. A lo largo de su trabajo, Ben fusiona arte y vida de forma tan sincera como contundente. El principal tema en su obra es el arte mismo: la necesidad de ser siempre comprometido y radical, la mirada sobre cualquier ejercicio humano entendido como manifestación de la cultura e incluso, su aparente inutilidad.
Su actitud es continuamente irónica, aquello que ocurre cuando se dice una cosa y quizá, sólo quizá, se quiere decir lo contrario. Los inicios de su práctica se sitúan a finales de la década de 1950 en el Nuevo Realismo. Junto a Yves Klein y Arman, entre otros, constituyen la Escuela de Niza e invocan el legado de Marcel Duchamp al repensar el sentido del arte. Durante esta época, Ben abogaba por un arte nuevo y vanguardista. Pocos años después, entró en contacto con Fluxus, el movimiento originado en Nueva York que daba un paso más allá al priorizar el proceso sobre el resultado, prefigurando el arte conceptual y proponiendo un diálogo intenso con la poesía, la música y las artes escénicas.
El trabajo de Ben toma diversas formas: la acción, muchas veces casi invisible, como el menor gesto posible con variedad de significado; las obras de texto, siempre usando su reconocible caligrafía de letra cursiva blanca sobre fondo negro; las obras escultóricas, frecuentemente resultado del ensamblaje de objetos diversos; las instalaciones que invitan a la participación del público. Entre las nociones recurrentes en su trabajo se encuentran el ego y el etnismo. El primero tiene que ver con la mera existencia, el deseo de seguir viviendo y, por supuesto, con el hecho de ser artista. Para Ben, el etnismo implica reconocer la especificidad de cada uno de los pueblos del mundo, que el colonialismo eurocentrista sigue intentando acallar. En el contexto de esta exposición que presentamos en la Ciudad de México, esta noción aparece reflejada en algunos textos en náhuatl.
Poliédrico, intenso, incansable y tenaz, Ben expande su desbordante producción fusionando arte y vida durante décadas clave de la historia reciente, siempre por delante de su tiempo. Sus actitudes y forma de operar ya en sus primeros años de trabajo anuncian muchas de las tendencias de las décadas de los ochenta y los noventa: la radicalidad, oculta muchas veces en sencillez, de algunas acciones; la centralidad en el paso del tiempo; la importancia del texto; la capacidad de reunir gentes diversas alrededor de actividades aparentemente cotidianas. En gran parte de las prácticas artísticas de las últimas dos décadas del siglo pueden encontrarse elementos que nos retrotraen a trabajos suyos. En todo caso, la mayor obra de Ben es Ben mismo: una máquina sin parar que analiza y cuestiona la compleja realidad con la que debemos negociar a diario. Desplegando un talento y una capacidad de trabajo sin límites, Ben se propone explicarnos el porqué de todo.
Artista: Ben Vautier (Nacido en Nápoles, 1935. Es un artista francés de origen Suizo).
Curador: Ferran Barenblit
Imágenes: © Ben Vautier, cortesía del artista y de Galerie Eva Vautier.
Publicación
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Ben Vautier. La muerte no existe
Autores : Ferran Barenblit, Anna Dezeuze, Ben Vautier
Idioma : Español y francés
Editores: MUAC-UNAM | RM
Precio: $500 en tienda