Sala10: Rubén Gutiérrez

Tomarse el accidente en serio

El video inicia con una imagen panorámica de la icónica fachada del edificio del MUAC. Luego, aparecen sobre el piso de una de las salas del museo dos pequeñas esferas inmóviles. ¿Qué hacen ahí? ¿Esperan el momento preciso para estar solas? Cuando se aseguran de que no hay más cuerpos en el espacio, las dos protagonistas cobran vida y comienzan a dialogar. Inhalan y exhalan. ¿Qué implicaciones hay en este acto? Quizás, que los espectadores entremos en sintonía con este par de esferas para tomar un respiro antes de iniciar una profunda reflexión sobre la ansiedad y la depresión.

Desde la primera pieza de Rubén Gutiérrez en la que aparecieron estos objetos “vivientes”, grabada y exhibida en 2021 en la galería Colector de Monterrey, hasta hoy, han cambiado muchas cosas: se han ido recuperando y rehabitando espacios que hace unos meses era imposible ocupar, lo que ha provocado nuevas emociones que deben dialogarse. En el video que aquí se presenta, las esferas comienzan a rodar con rumbo desconocido en el que, de vez en vez, chocan torpemente con los muros mientras entablan una conversación terapéutica. Se trata de una pieza marcada por el COVID-19, cuando la incertidumbre promovió la angustia y la paranoia, mientras que la amenaza a la salud y a la economía derivó en ansiedad y depresión en nuestras vidas cotidianas. En todo el mundo, la depresión es la primera causa de discapacidad. Si bien en México afecta principalmente a las mujeres, se proyecta que para este año sea la primera causa de discapacidad para toda la población del país.[1]

Las situaciones producidas por Rubén Gutiérrez generan un cruce de sensaciones que mezclan ironía, ternura y comicidad, reacciones que atraviesan una aparente sesión de autoayuda. Gutiérrez nos hace reflexionar sobre esta problemática con un espíritu lúdico que se expresa a través de unas esferas motorizadas, las mediadoras, que nos inducen a pensar y hablar de un tema que, por su carácter personal y privado, muchas veces se oculta.

En un segundo renglón, el video es también una meditación sobre el estado de mindfulness, la noción, de orígenes asiáticos, hoy central en la cultura esotérica popular, que frecuentemente es traducida como “atención plena”. Jon Kabat-Zinn propone que el mindfulness consiste en estar y ser conscientes de todo lo que ocurre, a través de diversas prácticas de meditación que pueden conducir a una profunda y curativa transformación tanto interna como externa: dejar de hacer, de remover, de agitarse: en suma, apartarse un poco y retraerse del mundo.[2]

Gutiérrez presenta diálogos irónicos donde nos muestra una fase tragicómica del lenguaje del mindfulness. En estos tiempos de crisis y pandemia es frecuente recurrir a esta práctica para enfrentar los padecimientos de salud mental, sobre todo en Occidente. Sin embargo, como Ronald Purser denuncia en McMindfulness,[3] en la denominada revolución mindfulness, las escuelas, las empresas, los gobiernos e incluso el ejército han convertido esta práctica de raíces milenarias en una herramienta para el control y la pacificación social. Purser pone especial énfasis en confrontar esa narrativa, en la medida en que nos hace responsables del estrés al que estamos sometidos, como si no fuera resultado de las condiciones de trabajo y vida en esta sociedad.
 

El artista recurre a la ficción animista para dar sentido al caos y sobrevivir en él: a pesar del perfil crítico e irónico, la obra es también una modalidad de terapia que permite al artista identificar pensamientos y comportamientos que perjudican su salud mental para estar en condiciones de modificarlos. Como sugiere Ignacio Padilla (a quien Gutiérrez mismo refiere) si atribuimos vida a los objetos es para no reconocer nuestra soledad y nuestros miedos: “El imperio de la lógica sigue siendo insuficiente para desentrañar los más antiguos misterios del modo como nos relacionamos con el universo material. El pensamiento contemporáneo no ha podido ni querido acabar de matar a los objetos. Resignarse a la inercia de las cosas implicaría depositar entero en nuestros hombros el pesado fardo de la vida autoconsciente, reconocer nuestra paradójica soledad de seres con alma cautivos”.[4]
 

Contra la evidencia científica y la satanización del pensamiento mal llamado “supersticioso”, la sociedad contemporánea no acaba de aceptar la extinción del alma de las cosas. De la misma manera, no puede renunciar a los mecanismos defensivos que nos ofrecen la ficción, la imaginación, la fantasía y la magia que, como el animismo, alguna vez mostraron su eficacia para sobrellevar el miedo, la angustia, la incertidumbre y la creciente soledad que nos genera el mundo actual.

Ep. 2 Forzar la puerta del presente (MUAC) traza rutas críticas del mundo contemporáneo en que vivimos, por esta razón es que el proyecto parte de seguir cuestionándonos sin llegar a una respuesta. Desde el movimiento, la imaginación y el viaje de las esferas, Gutiérrez nos invita a seguir este podcast de reflexión para dialogar en torno al arte, la meditación y la atención plena, pero sin perder esas risas irónicas y sin dejar de lado el humor.

Nuestro modo de entender la realidad está mediado por las categorías de nuestro propio entendimiento: el acceso a lo real pasa por ciertos “filtros” que forman parte de nuestro mismo modo de pensar y de lo que no podemos prescindir. Eso mismo es lo que se cuestionan las dos esferas motorizadas. En este contexto, los pensamientos, las acciones, los diálogos y las imágenes crean varias reflexiones filosóficas que permiten al espectador entrar en diálogo con ellas. Dentro de esta serie de encuentros de las esferas por las salas del museo, siempre se podrá ver que el recorrido azaroso y los miedos son los principales motores de búsqueda por el sentido de su existencia.

Ana Sampietro Brosa
 

Rubén Gutiérrez, Ep. 2 Forzar la puerta del presente (MUAC), 2022
Videoinstalación monocanal HD
10’27”

Rubén Gutiérrez (Monterrey, 1972; vive y trabaja en la Ciudad de México)

Es artista visual, escritor y cineasta. Es doctor en Artes y Diseño, por la Facultad de Artes y Diseño, UNAM. Desde 1993, su obra y proyectos se han expuesto en México y en el extranjero. Ha representado a México en el 47o Festival Internacional de Cine de Róterdam, 2018; en la Bienal Internacional de Arte de Bolivia, 2016; en la Bienal de las Américas en Dénver, 2010; en la Bienal de Praga 4, 2009; entre otras. En 2006, obtuvo la beca para artistas emergentes de La Fundación CIFO Cisneros Fontanals, Miami. Fue becario del Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fonca. Su trabajo se encuentra representado en importantes colecciones públicas y privadas. Es fundador de ObjectNotFound.org una organización independiente cuya misión es promover el conocimiento de la cultura contemporánea.